Reseña de la rodada sábado 10 de octubre del 2009

Reseña de la rodada sábado 10 de octubre del 2009.
Cerro de la Estrella, DF - Tepoztlán, Morelos


La noche del jueves pasado parecía armarse la rodada, se suponía que sería en domingo por lo menos con Álvaro, hasta estaba coordinándose la cosa pa' subir las bicis en camioneta un tramo de la Carretera Picacho-Ajusco, ahorrando así el tramo más riesgoso (pa'mi poco resistente y/o experimentado bicicletero ser) al igual que la subida más intensa: lo cual me hacía muy feliz pues aún no estoy lista para esas.

A penas esta semana el buen Ehécatl me compartió técnica para ascensos y me presionó hasta bajarle 3 rayitas a mi pila como para hacerlo correctamente y, ¡Oh sorpresa! ¡Sin cansarme!
...Oh síiii, lo recuerdo perfectamente, también en el buen Cerro de la Estrella. Empiezo a entender que la técnica, con un ajuste de ritmo, hizo la diferencia entre sentirme cómoda, segura, relajada, con un trabajo muscular más integral y rico rico. Ay, cierto! La reseña :P

Estaba necia de llegar a Morelos en bici y tener burro para moverme acá a diario, y se me hizo, aunque de la forma más cardiaca pues tengo semanas intentando armar una rodada pa'ca y entre semana naranjas que pudieran.

La noche del jueves en messenger se concretaba por fin, pero la banda solicitaba el sábado y mientras Álvaro desaparecia de su ventana, se cambió la fecha y se modificaron los detalles: tendríamos que convencer un microbus de llevarnos hasta el km 7 de la Carretera Picacho-Ajusco, especialmente porque había 'patatiernas', que no podíamos arriesgarnos a 'quemarlas' antes de lo chido. El numero de asistentes andaba entre 5 y 7.

En fin, en menos de 24 horas se apestó dado que uno a uno se fueron rajando o bien, no confirmaban, Xipe A. como que decía Norma que siempre no, jeje y Cassiopea, estaba mal comida de toda la semana y re'cansada como para arriesgarse a no disfrutar su primer mega rodada, así que ella y yopi quedamos de rodar en el Cerro de la Estrella para desquitar. Unas horas después sonaba mi cel, el buen Gabriel reportándose luego de poncharse y llegar casi puntual al punto... cancelado :S Ni modo, tuve que decirle mentiras y en vez de tranquilamente despegarme los ojos para ver a Cassiopea en tres horas, salté por las escaleras para ponerme el casco y verlo en 20 minutos antes del Cerro de la Estrella; es lo menos que podía hacer por un hermano de rodada y lo que esperaría que hicieran por mi pobre bicicletera alma luego de descubrir que no me enteré de que la rodada se canceló.

Asi fué. Anduvimos por el panteón a las faldas del Cerro y ahora sí que me acordé de mi 'director técnico' y cómo cansa cuando no se tiene la resistencia... le llamamos a Cassiopea para que nos viéramos antes y fuéramos por unas quesadillas a Xochimilco para almorzar, acordamos y mientras llegaba, dimos otra vueltecita que concluyó con una decorosa propuesta: ¿Y si en vez de Xochimilco vamos a Tepoz? Todo seguía tropezándose. Gabriel tenía que alivianar un lío en su trabajo, pero su carita de kellogs me covenció. Total que Gabriel rodó a su chamba y en cuanto llegó Cassiopea nos movimos por algunos triques a mi casa y bien chida se jué rodando solita el último tramo a su casa para no desviarme mucho, porque han de saber que esta valiente rueda hacia un ciclismo MTS (Medio de Transporte Seguro) a pesar de pasados incidentes que casi la espantan de no practicarlo. No me vayan a acusar con mis papás eh... porque tenía permiso para llevarme mi 'burro' en bus, y pos cumplí pero hasta 3 Marías, Morelos, porque por la hora no acepté empezar de Parres, obvio me arrepentí después, pero no de llegar rodando desde luego, agradecidamente fue una feliz y segura rodada.

Llegué puntual a Taxqueña, esperamos menos de una hora el próximo bus de 12 pesitos comiendo pastes de atún con papas. Con muchos bostezos y cero dormir llegamos a 3 Marías donde amenazaba un clima cada vez más frio y hasta lluvioso. Un camino de terracería sin mucha dificultad y de una inclinación minima nos tenía veloces y divertidos, hasta notar que ya casi llegábamos, lo cual me puso arrepentida y triste de no haber pensado más la opción de haber inciado muchos kilómetros más abajo.

Entre lo divertido, logramos encontrar una cueva al filo del camino y las fotos que espero pronto pueda Gabriel sacar de su cel. Lo más divertido: Yo más que Gabriel aseguraba que yo caería cuando al meterme en la irregular zanjita de un arroyo temporal el manubrio de mi burro zigzagueó sin control, luego a un zapato se le desapareció un pedal y luego el otro mientras mi dirección erraba más alocadamente y yo gritaba con mis más graciosos efectos sonoros de guaaaaa!!! No tengo idea de cómo pero en vez de buscar piso con los pies o dejar que mis manos se unieran al caos, seguí rodando y antes que se agotara el impulso una a una mis patas lograron volver a pedalear. Creo que luego de eso Gabriel dejó de alarmarse con mi sonora divertida. Lo más difícil: bajarle 2 rayitas a mi pila para ir más despacio y rodar más tiempo. Lo sorprendente: encontrar un camión repletito de militares sobre el camino de terracería y por lo menos 3 coches particulares con gente muy emperejilada con regalos, mas un motociclista que volvimos a rebasar cuando contemplaba el paisaje. De lo chido chido: un clima fresco y una momentánea lluvia que me dió el pretexto de ponerme mi super impermeable mírame a wue wue verde limón. De Flora y Fauna sin Primavera: vacas y toros, borregos, perros pastoreando con gente a caballo, un águila a punto de cazar algo como a 10 metros frente a nuestros cascos y unas telarañas y hierbas que me hacían alergia en brazos y piernas que sólo momentáneamente el agua fresca me quitaban la comezón y el gacho ardor. Lo triste: de empezar a comer quekas en Tepoz rodamos efímera hora con treinta minutos, buaaaaa!!! :( Lo cansado: luego de comer y relajarnos un poco, subir un poco hasta la caseta para tomar el autobús ¡vaya que nos costó! Ahí sí que sudamos la gota gorda.

Un prematuro atardecer se forjaba entre una gruesa capa de nubes que flotaba sobre el horizonte y extendía un abrazo de chorros de luz, sellando una rodada más del Consejo Bicicletero, donde cualquier cosa puede pasar.

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