Reseña parte III. SOBRE LA RESISTENCIA FÍSICA EN EL CICLISMO CITADINO/URBANO.

Moverme en la ciudad 30km/día en promedio de lunes a domingo, cargando cada vez más, antes sólo era mochila con cuadernos, libros y sweter, pero sin las bondades de una bici donde las piernas se estiran adecuadamente según la altura de la bici y del sillín, y sin contar con los cambios de velocidades… uff, ¡Qué diferencia cuando ‘crecí’ a mi actual rodada 24’! Aumentó el peso por llevar conmigo suficiente agua, a veces un lunch, una cámara de repuesto, herramienta, impermeable, luces, cadenas, etc. Incluso una temporada que era ‘chef’ agregaba botes con dos litros de comida precocida.

Para aprovechar estas vacaciones y su correspondiente menor tráfico vehicular, rodaba hasta el trabajo, en vez de dejar la bici en la estación de Metro más cercana, transformando por 20 días más o menos constantes, previos a participar en la Ruta Chichimeca, mis 30 diarios en 80km/día promedio, en fin, ‘casi’ se me pasa la mano con el ‘entrenamiento’ y la pila de aprovechar la despejada ciudad para ir Cuemanco-Cerro de la Estrella-Ermita-La Viga-Zócalo-La Roma, pues de verdad que sentí que el cansancio no me dejaría ni siquiera levantarme a tiempo para ir a saludarlos al punto de partida.