Pachuca Pro Ciclovías!!! Pachuca Pro Ciclovías!!!

Era una fresca mañana y el sol aún no despertaba; de algún modo logré despegarme los ojos aunq mi cuerpo ya había saltado de la cama. Unas quesadillas con espinacas y chapulines, unos panecitos con crema de cacahuate, miel, cajeta y/o chocolate ya aguardaban junto a una camelpak a medio llenar. Mi tanquecillo de guerra estaba casi tan pulido y encerado como cuando lo compré, con piezas nuevas y mejoradas, ansioso de que rodaramos ya.

El atuendo elegido (a falta de ropa deportiva especializada) para esta Magna ocasión de rodar a travéz de 3 Estados de la República Mexicana, esperaba frío al lado de mi cama con una falda de hadita bicicletera, junto con otra oportunidad para confirmar el digno papel de la mujer ciclista y en mi caso, además, de cuánto puede elevar el 'nivel' el ser ciclista urbano. Era casi cuestión de rodarme de mi cama al pavimento pues los días previos todo había sido alistado, y la noche, larga y emocionante noche, de esas difíciles de conciliar el sueño de tanta emoción por fin se acercaba a su fin para dar paso a la Rodada Interestatal a Pachuca, no cualquier rodada!!! Una RODADA PRO CICLOVÍAS y Señalización Carretera y Urbana de Protección al y a la Ciclista.

Una llamada antes de emprender la fuga a Laura Casiopea quien con voz pastosa decía ya estar 'casi' despierta y lista; ahora le tocó esperarme pues no muy puntualmente llegué al punto de encuentro para abordar veloces el Metro. Ahí otro ciclista abordó el vagón asignado para bicis los domingos, y no dudamos en preguntarle si acaso iba a Pachuca, sí, el afortunado también iba, un rutero al encuentro de algunos amigos para compartir esta aventura.

Llegamos al punto de partida con unos minutos apenas para escuchar instrucciones y la salida, no dió tiempo de saludar a todos los rostros familiares así q el deseo de FELICES Y SEGURAS RODADAS pudimos compartir con cierto FamosoFoFo que esta ocasión no rodaría y nos dió abrazos para el camino y saludos para repartir. Desde el primer tramo por Eje Central se nos fueron uniendo por puñaditos más ciclistas y así continuó hasta el Estado de Hidalgo.

Nada como contar con camaradas del pedal... Había acordado con Lau, que aunque ibamos juntas, cada una rodaría en el espacio en el que sintiera segura y al ritmo que se sintiera cómoda, así que no hubo lío: ella iría como cola de perro, hasta'trás y yo tan al principio como me fuera posible pues me daba cuscus ir entre tanto manubrio y quería dominar el miedo de los accidentes por rodar uno tan juntito del otro.


II. Rodando entre Hermanos del Pedal

La verdad la verdad, casi no contemplé el paisaje, me comprometí conmigo a concentrarme y ser prudente en mis movimientos y apegarme a las recomendaciones que me han hecho sobre seguridad para rodar en carretera y en pelotón, lo cual resultó de maravilla. No sé qué rayos hice al cambiar la velocidad en la subida del tramo luego de Indios Verdes que se cayó la cadena y ps perdí unos momentos el grupo puntero pero de lujo respondio mi burrito y en seguida recuperé mi posción. Nuestra querida Miss Laurita también hizo un gran papel encabezando la rodada, animada y platicando con la banda. El buen Kodiak no podía faltar con su paternal atención cuidando y protegiendo a la bandita, también rodé al lado de Yor listo para apoyar en las fallas mecánicas y protegiendo la izquierda.

Qué facil sería caer humanamente en lo criticado. Pronto me dí cuenta de la presión que el grupo ejercía sobre el límite de volecidad, de 18 a 22 kilómetros por hora, hacia los tres valientes que lidereaban el grupo (incluso un par de veces les costó trabajo bajarle dos rayitas a su propia pila) con la constante: ¡Tranquiiiilos! ¡Quiéeetos! de Fer Solano; quien repetidamente tuvo que solicitar le al grupo que respetara el límite. Realmente nos difícil este punto para algun@s, aunque supongo que la mayoría leímos la convocatoria que lo especificaba muy clarito. La delicia del más viento en la cara, el placer de vencerse a sí mismo y conocer los limites propios, el reto de trascenderlos, es una tentación a la cual es difícil omitir una vez que se ha despertado. Para fortuna de Fer no eran los más en esa situación, mucha banda gozó de platicar la mayor parte del camino y no sólo en los puntos de concentración y descanso, en gran relajo y conociendo nueva gente a lo largo del kilométrico grupo de ciclistas.

Fue un gran placer ver nuevamente a Lety de Morelos, conocer y reconocer a l@s de Cuernavaca en Bici. Una alegría recibir cariñosos consejos de José Luis, o era Juan Carlos?? de BiciMamuts?? Ayyy!!! cerebro de pollo de hule el mío, cómo se llama?? porque el otro es el compa de BiciRaptors que siempre saludo y creí que por fin me había aprendido su nombre... Toing! Bety Chino!! Quien se mayugó su rodilla y ya debe dolerle menos. Chafustic, Nadia Caloca, Mona quien espero que la paleta de propole le haya alivianado, Patateka, más banda BiciRaptor quien ya me dará otro coco porque confundo sus nombres, Santiago, Nacho Volando desde Chilpa, A. Gabriel de la rodadita improvisada a Tepoz, banda de X-Sur, Ruben, los Bicirrosos, Veteranos en Bici, Toño Arthur-Xem, el buen Erick Torres Preveni2 y un chingote más caras nuevas y re-conocidas que ya les dolerá la mano cuando me den el coco por olvidar nombrarlos.

Fue agradable andar entre tanto ciclista hermanado en una gran causa, aunque en el lado oscuro de la Rodada Interestatal, no puede omitirse que hay quien vaya únicamente por la oportunidad de rodar harto y lejos, cosa de lo más normal; al principio me alarmaba ver que algunas personas rebasaron, por derecha o izquierda, al grupo puntero para emprender la fuga, no dudo de la posibilidad de que hubieran ciclistas ajenos a la Rodada Interestatal entre ellos ni que al mismo tiempo hubieran algunos que en un principio si eran de nuestro grupo y se volaran la barda. A duras penas logro imaginar la tremenda responsabilidad sobre los hombros de los organizadores, como Jorge Dzib, quienes a pesar de sus esfuerzos por proveernos de todas las condiciones seguras humanamente a su alcance, no falta quien se vuele las trancas o se ponga en situaciones de riesgo, por mera imprudencia o desconocimiento.

Recuerdo la insistencia sobre NO REBASAR y NO ZIGZAGUEAR especialmente en estas rodadas multitudinarias. Un compa un tramo me traía muy tensa porque zigzagueaba en el vano intento de rebazar al líder, yo desde la tercer fila, notaba perfecto la constante de casi rozar llanta con llanta, lo cual me alarmaba pues obvio q el de adelante no era adivino de ir en tal situación. Luego de meditarlo un poco y demandarme un alto a este motivo de distracción, decidí comentarle al compa pues pasó de estar enfrente al lado mío... -Oie, porfa cuidado con tu manubrio, soy nueva en esto y me saca de onda q zigzagueas mucho... Chido porque apesar de la palabra 'mucho' el compa lo tomó de la mejor manera, pues en adelante rodé muy cómoda a su lado ya conservando muy bien su línea recta, tal vez no lo había notado de sí mismo y al saberlo puso cuidado por bien propio y el de los demás,;en estas situaciones uno suele caer en la mal interpretada conclusión que al compa le vale cáscaras.

Es, para mí, y fue bien gacho rodar al lado de quien no va tomando sus precauciones, sí, se que soy una ñoña de la seguridad, pero de verdad para mí era muy importante llevar presente que atrás de mi y a cada lado, venían much@s ciclistas con los que compartía mi seguridad. Para bien y por buena fortuna de tod@s, el saldo de la rodada fue Blanco, algunos raspones, algunas fallas mecánicas que habrán dejado muchas enseñanzas pa'la próxima y algunas ponchaduras pero nada de lamentar. Eso sí, tarde que temprano tenía que ocurrir; un compa a mi derecha por alguna curiosidad que le picó, ya en Pachuca, giró su cabeza para mirar, a leguas notorio q no tuvo la habilidad para mantener su línea y ZAS!! que zigzaguea y acto seguido el ruido de bicis golpeándose, algunos gritillos y caidas; el compa la libró, pero algunos atrás de él, no... yo la libré, ni supe cómo, pero me resistí a mirar y seguí.

III. Orquesta de viento cortado por los rayos de las bicis.

Un momento casi hipnótico deleitaba mis sentidos, un rayar de viento cortado por las bicis en un tramo de constante y suave descenso, orquestaba al unísono el corazón de cientos de ciclistas en el grupo puntero; era como un mismo par de llantas dejando huella en el asfalto. Esta Primer Rodada Interestatal ProCiclovías escribía con gruesas letras la solicitud contundente de vías seguras para l@s Ciclistas Mexicanos y extranjeros, que somos bendecidos de múltiples formas al practicar este noble medio de transporte, no me refiero sólo a los Pro', sino también a la banda local que a diario se transporta en cualquier parte del país. Bien lo dijo alguien en la Plaza Juárez de la capital de Hidalgo este domingo pasado: -Hay que recordar que la Bicicleta ES un Medio de Transporte, así surgío y es escencialmente eso... el que se le considere un deporte o un medio recreativo actualmente ha distraído un poco o mucho la atención del lugar, el derecho y el cuidado que por lo tanto lleva consigo tal hecho.

Que cosa tan mágica o casi mística que al rededor de mil ciclistas llegaran en tan poco tiempo del Distrito Federal a Hidalgo, con una CERO emisión de contaminantes para el medio ambiente, incluyendo el chingado ruido, con un gasto económico diametralmente bajo a lo que representaría haber llegado en vehículos automotores que incluye no sólo el dinero gastado por los conductores sino toda la compleja y contaminante mega producción del combustible, lo invertido en la fabricación del vehículo, etc. Ese bellísimo momento en que ni siquiera había que pedalear para avanzar, juntos, en la misma dirección, pro-ciclovías, cortando apenas el viento y cruzando el paisaje haciendole sólo ocosquillitas y nada de daño, lo atesoraré junto a las otras 'fotos' que me dan impulso para rodar a diario.

Espero que las autoridades en el Estado de Hidalgo no se hayan dejado mal-impresionar por la cantidad de ciclistas que durante el la formalidad del acto público de solicitar la Interestatal a Pachuca, al encontrarla ya muy muy reducida en la Plaza Juarez para cuando por fin arribaron, y sean compresivos con la mucha hambre que cargábamos, la sed y el solazo luego de rodar por varias horas, el haber madrugado para llegar a la cita y el esfuerzo previo que para cada un@ de nosotr@s requiere previamente, en lo personal, familiar, escolar y/o laboral asisir a un evento como el de este 7 de febrero del 2010, y por ello se habían retirado ya a comer, a turistear y a volver, incluso algunos intrépidos rodando, miré con orgullo desde la ventana del autobús cuando volvía a la Ciudad de México. Cuando esperaba a las autoridades del Estado de Hidalgo, tuve la vana esperanza que llegaran con un chingo de naranjas, unos ricos pastes o mínimo unos garrafones de agua purificada para recibir a l@s honorables ciclistas pro ciclovías. Ya tendrán en sus manos un montón de fotos y videos para comprobar el número creciente durante la rodada y en máximo 3 meses se enterarán de la chida Segunda Rodada Interestatal a Cuernavaca Pro-Ciclovías con puñados y puñados de harta banda que volverá a rodar y mucha más, que ese día no la se perderá.

IV. Ira de carretera... ouch

Una mención honorífica a quienes contuvieron el pelotón, lo digo especialmente por el último tramo de la Rodada. Nada sencillo habrá sido no sólo contener las propias ganas de volar en esa carretera y sentir el viento en sus rostros, sino además (sin culpa alguna) recibir de varias personas la presión de la cada vez más constante solicitud de dejarnos mínimo rodar a 30km/hr, mínimo, jeje.

Recuerdo que un par de ciclistas veloces llegaron por la izquierda e invadiendo el carril que debía mantenerse libre para los automotores (recuerdo por cómo me dieron vueltas mis tripas), cuando ya la derecha tenía saturado el acotamiento con quienes habían sido amonestados, con todo respeto y muy a lugar, por haber rebasado al lider de la rodada y enviado atrás del límite preestablecido; sí, fue esta misma bocota la que en un intento de ser solidaria con los organizadores exclamó ante sus reacciones poco corteses en gestos y palabras ante el llamado de atención por rebazar y acto seguido asirse del vehículo puntero para dejar de pedalear y ser arrastrados: -¡Por favor, atiendan la indicación! ¡les gritaba yo) ¡Es por seguridad de TODOS! Esta mismita bocota más tarde, reconozco, exclamaba: -Me aburro!!! Me aburro con mi burro!! O: -¿No podemos ir más lento?

Vaya! Señorita intento de seguridad cletera e intento de respeto a la organización, no me resistí y caí redondita, presa de la Ira de Carretera, la mismita a la que también le quiero poner señalización carretera y urbana para Respeto y Protección del/de la Ciclista. No hay mucha diferencia con la presión psicológica que ejercen los condutores cuando aún teniendo espacio en su izquierda, me rebazan tan cerca de mi frágil piel.

Pido una disculpa especialmente a Fer Solano, quien amablemente me devolvió con una justa mirada a mis cabales antes que me arrastrará la turbilla iracundirijilla más alla mi zonza humanidad. No es justificación que ya muchos para ese punto rechiflaban para que nos soltaran las riendas y casi exigían que se hablara con el poli que nos recibió en Pachuca y nos llevaba más y más y más agónicamente lento (como si no hubiera leído la convocatoria donde señalaba que la mínima era de 18 km/hr. mientras yo sentía que nos traía a 3km/hr jaja já) cuando al parecer él sólo seguía instrucciones de dar Más tiempo a las autoridades estatales que iban con retraso para recibirnos. Sutiles y suaves acciones van llenando el cantarito, buenas o malas igualmente se juntan y se refuerzan unas a otras; aunque algunas personas rieron como yo cuando en citado tenso momento bromeaba: -Se me enfrían las tortillas!! Ya no lo encuentro divertido...

La parte más cansada fue justo esa, rodar taaan lento, cuando me tomaron por asalto el sol, calor y el unísino zumbar de las bicis ya no era armónico sino autohipnótico, el cansancio y la dificultad de permanecer en equilibrio, me resultaba tan difícil conservar el impulso (creo q NOS resultaba, pues hubo un punto en que el grupo puntero se compactó demasiado dada la reducción de velocidad y se dieron caídas) y ésto me puso hipersensible pero sólo a lo no tan bueno y me ahorqué al etiquetarlo de desagradable; no supe disfrutar el momento, no hayé la forma y perdí un rato el rumbo...

La situación, luego de días caí en la cuenta, me orilló a estar más juntita a l@s demás de lo normal, de lo esperado y de lo temido, cuando manubrio con manubrio rocé, cuando con ligeros empujones de cadera/manubrio o entre llantas (Glup!) pude mantenerme en equilibrio; quesque me fui al frente para reducir mi sensación de 'inseguridad de ir a medio pelotón' y justo estuve en lo más denso, enfrentando el miedo, dominándolo y aprendiendo mucho, sin darme cuenta en vano intento por evadir tal 'riesgo', e ignorando la divertida que Laura se daba toda relajada y disfrutando helados y charlas.

Una Ciclovía, por muy corta, no se hace de la noche a la mañana, no la hace una sola acción ni una sola persona, sino una serie de pasos, algunos muy tediosos o cansados de pedalazos profundos y pausados; constancia en ese punto no era sinónima de impulso, queríamos dar unas cuantas pedaleadas y ya lograr, e impulso no fue tan similar a inercia, como lo fue por minutos que se hicieron largos, inercia de sumarse a la rechifla en una inadecuada actitud...


V. Toda Rodada tiene un fin...

Todo lo que tiene un principio tiene un fin
y esta rodada pienso que estuvo regida en buena parte por el Derecho de Vía del y de las ciclistas...
un buen Principio, al regirse por el Derecho de Vida, por el Derecho a la Ciudad, por el Derecho al libre tránsito, en el Derecho a la salud y a colaborar en la construcción de un mundo mejor para tod@s, etc. y ojalá cada vez más personas entiendan que ésto no sólo beneficia a l@s clet@s.

La finalidad ha sido transmitida y segiremos reafirmándola en múltiples acciones aquí, allá, más'pallá, en lo personal, en nuestros grupos y en bola; con un compromiso permanente pues ser ciclista también es una forma de vida, un proceso donde la experiencia y el aprendizaje nos va rodando más allá de nosotros mismos.

Movernos en bici ya sea para rutear, vencer montañas, volar, saltar, caer, equilibrarse, correr, malabarear, economizar tiempo y dinero, para conocer nuestra ciudad o país, para recrearse, para ir al trabajo, oficina, escuela, con amistades y familiares...
para compartir...
para disfrutar...
para ir más allá de nosotr@s mism@s,
más allá de lo que en un momento creímos que eran los límites de nuestras capacidades o resistencia o simplemente cultivarse virtudes;
incluso para olvidar vanalidades al lado del que no nos caía muy bien,
pero manubrio con manubrio rodamos por un fin común.

AnaA.